Buenas prácticas para la profesión docente

Buenas prácticas globales para el desarrollo de la profesión docente. Este artículo es el resumen ejecutivo del Informe de Investigación "Teacher Policies", WISE 2015 En él se discuten las áreas y estrategias relacionadas para lograr políticas óptimas.

Buenas prácticas para la profesión docente

Buenas prácticas globales para el desarrollo de la profesión docente
Este artículo es el resumen ejecutivo del Informe de Investigación «Teacher Policies«, WISE 2015 y ha sido escrito originalmente para WISE ed.review. Para leer el artículo original en inglés, haga clic aquí. Sigue la actualidad de WISE en @WISE_es.

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Oon Seng Tan
Director, Instituto Nacional de la Educación, Singapur

Las políticas docentes son clave para mejorar la calidad de los profesores que impactan en los resultados del alumno. Muchos de los sistemas educativos actuales lidian con problemas de selección, formación de los profesores, gestión de su rendimiento, su desarrollo y su empoderamiento. Tras haber analizado la literatura académica internacional más reciente, el discurso actual sobre las políticas docentes puede ser clasificado, de forma significativa, en diez áreas clave que reflejan todos los aspectos importantes de la carrera de un profesor. En este informe se discuten estas áreas y estrategias relacionadas para lograr políticas óptimas. Nuestros conocimientos claves y estrategias recomendadas para estas diez áreas son las que siguen:

  • La selección de candidatos de calidad
    El profesor ideal es el que tiene un equilibrio adecuado de aptitud y actitud. Para identificar a los profesores con el perfil ideal, los procesos de selección deben abarcar diversos enfoques y mantener un alto grado de rigor en las normas de selección. Las mejores prácticas globales implican una combinación de, al menos, un par de grupos de herramientas, incluyendo: (a) el rendimiento académico y / o una prueba de aptitud de entrada, (b) simulaciones en el aula, (c) entrevistas con paneles de expertos, (d) experiencia previa en la enseñanza y / o evaluaciones de ajuste (e)vocacional.
  • Compensación e incentivos
    Los responsables políticos tienen que entender las razones por las cuales las personas pueden o no pueden sentirse atraídas por la enseñanza, que incluyen factores altruistas, intrínsecos y extrínsecos. Las percepciones negativas de la enseñanza relativas a los salarios iniciales, imagen profesional, entorno de trabajo y las perspectivas de carrera deben ser abordados de manera activa. Es esencial asegurar salarios competitivos para los profesores y las autoridades deben hacerlo apropiadamente. Sin embargo, aumentar los salarios por encima de la media del mercado no conduce necesariamente a un aumento sustancial en la calidad. Muchos sistemas de mayor rendimiento ofrecen salarios competitivos, pero dejan espacio para que los mejores avancen hacia las escalas de sueldos más altos a través de un sistemas de incremento por mérito. Muchos países de mejor desempeño también emplean una serie de incentivos relacionados, tales como el rendimiento y las bonificaciones de retención, pago adicional por el desarrollo de tareas extras y permisos para el crecimiento profesional y personal.
  • Preparación inicial del profesorado y normas de acreditación
    Es fundamental un programa de calidad inicial de formación docente para garantizar la preparación eficaz maestro. Los mejores programas son holísticos, e incluyen formación para el conocimiento del contenido tanto general como especializada, con un enfoque sustancial sobre la pedagogía en la investigación informada. También integran la teoría y la práctica de manera efectiva, y facilitan el crecimiento de fuertes comunidades de aprendizaje. Además, incorporan mecanismos de tutoría y retroalimentación, por ejemplo, a través de programas de práctica graduados y las relaciones formales entre mentor y aprendiz. Los mejores sistemas también garantizan altos estándares de enseñanza mediante la alineación activa con las normas profesionales nacionales y una rigurosa acreditación.
  • Estructuras del desarrollo de la carrera
    La educación se está convirtiendo en una empresa cada vez más compleja y se necesita experiencia sofisticada en la pedagogía, el desarrollo curricular y el liderazgo de las unidades educativas. Hay una necesidad de facilitar la creación del seguimiento de la carrera para proporcionar oportunidades de desarrollo de la misma y la asignación del talento. Por ejemplo, se tiene que configurar un seguimiento diferente para los profesores con pasión para trabajar en el aula, los profesores con interés de trabajar en el contenido y la especialización curricular, y los que muestran aspiración y capacidad de liderazgo de la escuela. Vías profesionales más claras también señalan autoridad profesional y autonomía entre los profesionales de la enseñanza.
  • Desarrollo profesional y aprendizaje continuo
    Es imprescindible que los profesores se mantengan al día, de forma consistente y continua, con nuevos conocimientos, habilidades y prácticas de enseñanza. Los líderes escolares deben proporcionar apoyo en términos de tiempo y recursos para satisfacer las necesidades de los profesores en diferentes etapas de sus carreras. El desarrollo profesional óptimo va más allá de talleres y cursos para incluir el desarrollo escolar profesional, inducción sofisticada y tutoría, redes de colaboración de profesores y la investigación basada en proyectos para mejorar las prácticas de la enseñanza y los resultados del aprendizaje.
  • Transparencia, gestión del desempeño y evaluación
    La evaluación de los docentes debe centrarse tanto en el desarrollo docente como en la transparencia. Se recomienda un enfoque pragmático y de múltiples facetas. Herramientas comunes para evaluar incluyen observaciones en el aula de compañeros y profesores con mayor experiencia, entrevistas / sesiones de diálogo, manteniendo un portofolio, la fijación de metas individuales y auto-evaluación y pruebas más amplias sobre el aprendizaje y desarrollo de los alumnos. Al mismo tiempo, el pragmatismo exige una apreciación de los costes de los recursos de implementación de instrumentos de evaluación sofisticada y la adaptación de estas herramientas al contexto de cada escuela.
  • Liderazgo escolar
    El liderazgo escolar desempeña un papel fundamental en la transformación del entorno en el que funcionan los profesores y los alumnos. Los sistemas de máximo rendimiento prestan más atención a la selección de los líderes escolares, promueven prácticas efectivas de liderazgo y el desarrollo de la capacidad de liderazgo. Es esencial un enfoque proactivo y la planificación de la sucesión. A aquellos que muestren aptitudes de liderazgo se les deben asignar papeles de liderazgo progresivamente, y los programas se deben desarrollar para promover prácticas basadas en la investigación y en el liderazgo instruccional. Los líderes deben ser entrenados para manejar la implementación de políticas, fomentar la participación y el desarrollo profesional y la práctica del compromiso público efectivo.
  • Simbolismo del profesor
    Nuestra visión de los profesores debe ir más allá de meros comunicadores de contenidos y también debe abarcar sus roles como líderes en el pensamiento pedagógico, modelos de inspiración, respetados expertos en el dominio y guardianes de los valores sociales. Factores de política claves en la mejora del simbolismo del profesor incluyen (i) creación del sentido cultural para los profesores, (ii) espacio de decisiones para la autonomía profesional y la confianza, (iii) difusión de la contratación de calidad impulsada, criterios de selección y formación, (iv) gestión de carga de trabajo y el ambiente de trabajo general, (v) reconocimiento nacional por los logros de los profesionales de la enseñanza y (vi) utilización de la marca y de campañas de marketing que aumentan el atractivo de la profesión.
  • Política de integración, alineación y coherencia
    El todo es más que la suma de sus partes cuando se trata de la aplicación de políticas eficaces. Los sistemas educativos eficaces tienen una «gran imagen» perspectiva y coordinan políticas con miras a un impacto a más largo plazo. Las estrategias políticas clave incluyen (i) estructuras de gobierno que garanticen la congruencia de las metas, la alineación de las actividades y optimización de los recursos, (ii) asegurando la colaboración entre todas las partes interesadas y (iii) la presencia de niveles de mediación y redes para facilitar la aplicación.
  • Orientaciones futuras: roles en la enseñanza en el siglo XXI
    En un mundo que cambia rápidamente, los profesores tienen que ser conscientes de la naturaleza cambiante del conocimiento, aprendizaje y entornos. Hay una necesidad de dotar a los profesores con nuevos roles como ser facilitadores del aprendizaje y diseñadores del ambiente de aprendizaje. Los profesores tienen que adoptar nuevas pedagogías y transformar las prácticas pedagógicas, por ejemplo, para dar cuenta de nuevas formas en las que los alumnos absorben información a través de la tecnología y los medios de comunicación social. Deben apreciar su papel en el cultivo de las competencias del siglo XXI, incluyendo la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la colaboración, la creatividad y las habilidades interpersonales. Los profesores también desempeñan un papel fundamental para ayudar a los estudiantes a construir su carácter e inculcar valores.

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